Los cimientos de la Fórmula 1 se tambalean después de que Bernie Ecclestone confesara ayer por la noche que Mercedes recibió información privilegiada de la FIA para construir su motor V6 turbo, un propulsor que ahora está arrasando en el Mundial de Fórmula 1. Esto dijo Bernie en el canal italiano Sky Sport:
“La FIA ayudó a Mercedes con el híbrido. Ellos sabían un poco más sobre la unidad de potencia porque la gente de Mercedes estuvo en estrecho contacto con la FIA para definir el concepto del nuevo motor. Por eso tuvieron un comienzo tan fuerte el año pasado y por eso mantienen ahora su ventaja”
Ecclestone afirma sin tapujos que la FIA ayudó a Mercedes a desarrollar los componentes eléctricos de su motor, una parte esencial de las nuevas unidades de potencia, facilitándole datos que el resto de rivales no tenían. Es más, Ecclestone viene a decir que los técnicos de Mercedes prácticamente participaron junto a los miembros de la FIA en la elaboración de la normativa sobre los nuevos motores.
No hay duda de que las palabras del patrón de la F1 ponen en evidencia la transparencia de un deporte ya de por sí muy opaco en cuanto a reglamentación y siembran muchas dudas sobre la equidad de la competición.
Es evidente que Ecclestone le ha visto las orejas al lobo y sabe que el Mundial perderá millones de espectadores si Mercedes mantiene la enorme ventaja que tuvo en 2014 y que volvió a exhibir en el GP de Australia. Por eso ha decidido confesar ahora y hacer pública una información que debería de haber denunciado desde el primer momento.
Aunque el daño ya está hecho, el resto de fabricantes de motor (Ferrari, Renault y Honda) deberían de ser compensados relajando las limitaciones para desarrollar sus propulsores. Eso por no hablar de una descalificación de los motores Mercedes, que arruinaría el campeonato del mundo. La pelota está, sin duda, en el tejado de la FIA.
PD. Algo huele a podrido en la Fórmula 1…